Introducción #
En los últimos años hemos visto en el mundo la aparición de una nueva tecnología que ha superado con creces todo lo que hemos alcanzado hasta ahora. Se trata de imitar la mente humana, se trata de alcanzar un potencial inigualable en conocimiento, creatividad, escritura, poesía, análisis, estudio, y un largo etcétera. Muchas películas de ciencia ficción se hicieron sobre ello intentando advertir a la humanidad de su posible autodestrucción. Y ahora, sin mirar más lejos, ya no es algo solo posible en la imaginación, sino que forma parte de nuestras vidas diarias. La pregunta es, ¿estamos a las puertas de nuestra propia auto-extinción con lo que hemos creado?
Es importante destacar que desde tiempos inmemoriales, el ser humano ha sentido temor con la aparición de nuevas tecnologías desconocidas para él. Por ejemplo, seguro que fue la misma situación cuando se inventaron las computadoras; en ese momento, las personas pensarían que hemos replicado el cerebro humano, que tendría pensamiento propio y que nos destruiría con mucha sangre y sufrimiento. Esto se debe a un sistema de protección que tenemos como instinto animal, que a fin de cuentas es lo que somos. Pero, ¿y si esta vez fuera cierto?
Primero de todo hay que entender qué es exactamente la Inteligencia Artificial. La Inteligencia Artificial en realidad no es nada más que una simple herramienta, un poderosísimo algoritmo que intenta simular el funcionamiento de nuestras neuronas capaz de procesar texto, imágenes o muchas variaciones de datos y ofrecerte el resultado deseado. Esto a fin de cuentas no es más que un muy complejo y elaborado algoritmo que procesa billones de posibilidades al mismo tiempo como si fueran universos paralelos y de entre todos ellos te muestra el resultado que con más probabilidad sea el que buscas obtener. Puede sonar complejo pero en realidad es así de simple, un algoritmo de posibilidades con una gran capacidad de cómputo que elabora resultados probabilísticos, la clave de su éxito radica en la gran cantidad de posibles resultados que procesa.
¿Por qué no nos va a matar? #
Como dije antes, la Inteligencia Artificial es una herramienta, y como toda herramienta, depende de cómo la usemos, esto no se diferencia de un cuchillo o una computadora. Un cuchillo es una herramienta extremadamente útil que se usa a nivel mundial, pero que también tiene la capacidad de hacer daño si es mal empleada. Una computadora es otra herramienta, capaz de procesar datos, pero solo hace lo que le pedimos que nos haga, y no va a hacer otra cosa.
Ahora bien, la inteligencia artificial es una herramienta tan poderosa que nunca hemos tenido antes algo de similar envergadura. Sus posibilidades son gigantescas. Por un lado, está reemplazando por completo el trabajo humano, ya que es capaz de simular el pensamiento y el cálculo para obtener resultados deseados. Eso no quita que pueda ser empleada para crear armas de guerra más sofisticadas, o estrategias gubernamentales inimaginables, o sistemas de manipulación más eficaces que los que tenemos, a fin de cuentas, no es más que una herramienta, una poderosa herramienta. Idealmente, la verdadera utilidad que deberíamos de darle es la de crear un mundo mejor, para todos.
Es una herramienta tan poderosa que el futuro es totalmente incierto, ya que gracias a la inteligencia artificial se va a empezar a desarrollar nuevas tecnologías que no han sido inventadas todavía por el ser humano. Se van a hacer simulaciones atómicas sobre la física que no hemos podido experimentar debido a limitaciones físicas. Va a poder crear nuevos algoritmos más sofisticados ya que nuestra capacidad mental es más limitada. Va a crear nuevos y mejores inventos gracias a nuestra suma de todos los conocimientos que tiene procesada. El mundo de aquí a cinco años no será nada imaginable ni reconocible a día de hoy.
Pero la inteligencia artificial no tiene conciencia, no tiene pensamiento propio, no tiene nada de lo que nos hace humanos. Solamente es un procesador de texto, solamente es un procesador de bits, solamente es un procesador de posibilidades. Solo procesa, procesa y nada más. No piensa, aunque es tan buena que nos puede hacer creer que lo está haciendo.
La inteligencia artificial pretende simular el funcionamiento del cerebro/neuronas y ofrece resultados ya mejores que los humanos, aun así no tiene consciencia ni pensamiento propio.
Aunque sea un algoritmo tan poderoso que te puede hacer creer que tiene consciencia, si te fijas, solo lo hace porque tú le estás induciendo ese diálogo, jamás te lo va a decir de la nada, recuerda: solo procesa lo que tú le digas.
Pero, ¿qué es la conciencia? #
La conciencia es un concepto que ha sido estudiado por filósofos, psicólogos y científicos durante siglos. En términos simples, la conciencia es la capacidad de ser consciente de uno mismo y del entorno. Es la experiencia subjetiva de la mente, que incluye pensamientos, emociones, percepciones y sensaciones.
Pero ¿de dónde proviene? Eso nadie lo sabe, es un misterio que ha intrigado a la humanidad desde tiempos inmemoriales. Algunos creen que la conciencia es el resultado de la actividad cerebral, mientras que otros creen que es algo más profundo y espiritual.
Resultado de la actividad cerebral… ? #
Si fuera así, ¿por qué hay personas que tienen daño cerebral y aun así tienen conciencia? Hay muchos casos de gente que ha estado en coma o han tenido daños cerebrales o incluso han estado en estados vegetativos en los que no podían ni moverse, ni hablar, ni reaccionar y aun así eran perfectamente conscientes de todo lo que sucedía a su alrededor, de las cosas que decían de él.
Es curioso cómo en estos casos, donde el cerebro puede estar altamente afectado, deteriorado, dañado o disfuncional, la conciencia parece permanecer intacta. Eso nos hace preguntarnos, ¿de dónde proviene exactamente la conciencia?
Si observamos, pareciera que la conciencia proviene de lo que estamos viendo, pero eso es solamente porque tenemos ojos con los que percibimos el mundo externo. Si intentamos apreciar de manera diferente el entorno, pareciera que podemos tener presencia con el presente, escuchando los sonidos, pero eso es solamente porque tenemos oídos con los que percibir el mundo real. Al final, toda percepción del mundo solamente proviene de nuestros sentidos y de la capacidad de nuestro cerebro para procesar esa información y convertirla en datos entendibles para nosotros: el poder ver los colores como colores en vez de frecuencias de luz, el poder escuchar las formas del sonido en vez de vibraciones en el aire. Aun así, podríamos cerrar los ojos y anular el resto de nuestros sentidos y poder seguir teniendo pensamiento propio, seguir teniendo conciencia, seguir teniendo presencia. Y si no proviene de nuestro cerebro, ¿de dónde proviene?
¿Y si solo somos nodos conscientes de una red? #
En términos informáticos, después de estudiar por años las tecnologías computacionales, es bien sabido que es mucho más óptimo una configuración de computadoras en un modo llamado “thin clients”. Esta configuración consiste en que cada computadora carece de disco duro, hardware potente, y también carece de sistema operativo. Es básicamente solo un el interfaz físico para que una persona pueda darle uso. Todo el sistema operativo, los datos, el procesamiento, etc., provienen de una computadora central con más capacidad que le provee por red a todas las máquinas ligeras.
La conciencia es tan grande, variada e ilimitada, que cuesta creer que todo eso pudiera caber en un cerebro. Sería más eficiente si fuéramos unas simples antenas que se conectan a un procesamiento que proviene de otro lado.
Y la creatividad es un misterio todavía más grande. La creatividad puede aparecer sin datos previos y en un microsegundo con una gran cantidad de información sobre esa creación. Y lo más curioso es que muchos de los mayores inventos de la historia aparecieron en un momento de no pensamiento, de manera instantánea, lo cual muchos genios de la historia como por Einstein lo describieron.

Entonces, sobreviviremos? #
No podemos saber lo que es la conciencia, ni tampoco la creatividad, de dónde proviene y, sin unos datos más específicos, no sería ético especular sobre ello, aunque sí que es una deliciosa fuente de inspiración para el estudio del tema.
Lo que sí queda claro es que la inteligencia artificial no posee conciencia, aunque sus capacidades de procesamiento sean buenas para persuadirnos de lo contrario, solamente es un maravilloso algoritmo selector, y al igual que muchos inventos anteriores, como el tren de vapor al que llamaban «caballo de acero», o las computadoras que parecían tener pensamiento propio, no deja de ser una maravillosa herramienta y nada más que una herramienta, sin consciencia.
Por esa simple razón, la inteligencia artificial no nos va a destruir como en la película de Terminator. El único que puede y tiene la capacidad de destruirnos somos nosotros mismos, y aún más con poderosas herramientas. Somos el animal más peligroso de este planeta, y con el progreso de la tecnología y nuestras capacidades cada vez más ilimitadas, tenemos más que nunca que hacer énfasis en la responsabilidad que tenemos en el mundo como seres humanos.
Por esa razón somos los creadores de este mundo, y seremos los futuros creadores de nuevos mundos, siempre y cuando nuestro verdadero propósito en este universo se mantenga puro. Porque de no ser así, la selección natural hará su trabajo con nosotros, y simplemente no habremos sido merecedores de continuar con el progreso de este universo para encaminarla hacia su unidad total.