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Economía Basada en Recursos - Resumen

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Sociedad Filosofía Psicología Economía Sociedad
Thanatermesis
Autor
Thanatermesis
Fundador y desarrollador de Elive. Espiritualidad coherente.
Tabla de contenido

Este artículo fue originalmente escrito en mayo del 2012

Introducción a la Economía Basada en Recursos

La mayor diferencia entre una Economía Basada en Recursos (EBR [1]) y la economía monetaria actual es que no está basada en el intercambio, o en un funcionamiento bidireccional.

La palabra economía procede del concepto de economizar, aunque no hace falta ser muy astuto para darse cuenta de que la idea original no concuerda mucho con el funcionamiento actual del sistema monetario. Nuestro movimiento desde el intercambio hacia el sistema monetario fue necesario para progresar enormemente a nivel tecnológico, permitiendo acumular grandes valores sin deterioro con el paso del tiempo. Nunca podríamos haber llegado a construir fábricas de microchips y computadoras intercambiando peras y manzanas. El sistema monetario fue necesario para avanzar en tiempos de gran escasez, donde no era posible satisfacer todas las necesidades de las personas. Nos aportó mayores bienes y productos, y mejoró enormemente la calidad de nuestras vidas. Todo ello no es en absoluto algo negativo, como algunas personas puedan pensar. El problema no proviene de poder vivir mejor y más cómodamente, sino de los efectos secundarios de esa bidireccionalidad, que tiene consecuencias continuas y catastróficas.

Para resumirlo de forma sencilla, el sistema monetario actual consiste en obtener un bien a cambio de otro, con lo que no ofreces con una intención pura y sincera de dar, sino por interés o necesidad de recibir. De la misma forma, solo obtienes bienes a cambio de un trabajo que seguramente no sea tu pasión o placer realizar. Si construyeras una silla para ti mismo, intentarías hacerla con los materiales más resistentes y duraderos, preocuparte por que tenga un aspecto agradable y una máxima comodidad. Este es un ejemplo de algo hecho sin la intención de recibir algo a cambio. Si fuera de esa forma, intentarías, para empezar, hacer una gran cantidad de sillas para vender más. Tus prioridades en su construcción serían usar materiales de menor coste, sin importar su calidad. Peor aún, en algunos casos, se deteriorarían con el tiempo para que puedas vender la misma silla a un mismo comprador, o incluso forzar su deterioro para volver a venderla.

Mucha gente defiende el intercambio como solución o alternativa al sistema monetario, pero ello no sería más que un retroceso en nuestra evolución. Nos obligaría a vivir peor y nos conduciría inevitablemente de nuevo al sistema monetario, que no es más que una forma más eficiente del intercambio.

Finalmente, para entender mejor el sistema monetario, quisiera resumir sus características más importantes:

Su funcionamiento requiere de la escasez, no permite abundancia: En pocas palabras, lo que escasea es lo que tiene valor, como el diamante o el oro, con los que se puede hacer buen comercio. En cambio, el aire o el agua, que son tan abundantes, tienen poco valor y apenas se pueden vender. Siendo realistas, el aire y el agua son mucho más importantes en nuestras vidas que el diamante o el oro, no solo para la supervivencia, sino también porque son ingredientes fundamentales en la producción de la mayoría de nuestros productos. Por ejemplo, no se podrían producir alimentos sin agua, ni usar cemento, ni fabricar papel, ropa o incluso metales. El problema de que el sistema monetario valore la escasez en lugar de la abundancia es que siempre existirán guerras por poseer recursos en lugares donde son más abundantes, como petróleo, uranio o tierras fértiles. La escasez también promoverá diferencias sociales y pobreza, donde se necesita mano de obra barata para que otros puedan disfrutar de mayores comodidades. Por ejemplo, si alguien tuviera que trabajar en el campo el tiempo necesario para comprar un avión privado, nunca alcanzaría esa comodidad a menos que su trabajo fuera mucho mejor pagado que el de la clase obrera baja.

El sistema monetario también conlleva otros problemas: Como el mayor coste para incluir procesos de menor impacto ambiental o reciclaje. La automatización y los avances tecnológicos generan desempleo en lugar de liberar a las personas de la esclavitud del trabajo. Además, fomenta la compra continua y la explotación de recursos sin preocuparse por su impacto ecológico y deterioro del planeta. La competencia, en lugar de la colaboración, predomina. Todo esto, aunque parezca normal y necesario, posee bases corruptas desde su inicio, con la intención de mantener el sistema en marcha. Hablar de una forma más pura y justa de funcionar resulta, para muchas mentes, demasiado utópico o imposible de lograr, debido a los conceptos preestablecidos por nuestra civilización. Sin embargo, al profundizar en las ideas de una economía basada en recursos, se revela su enorme potencial: la simplicidad de su funcionamiento y su capacidad para resolver la mayoría de nuestros problemas, incluyendo cuestiones tan dispares como la crueldad y el maltrato animal.

Economía Basada en Recursos

Una EBR [1] no requiere comercio ni intercambio. Su objetivo es distribuir los bienes de manera equitativa y eficiente a toda la población. Su funcionamiento no depende de la escasez, sino que promueve la abundancia. La esclavitud laboral sería reemplazada por la automatización en la producción, que ya está en marcha y es la causa del desempleo global, mientras la gente cree que no hay dinero y vivimos en la era con más dinero en circulación.

Todos nos hemos preguntado por qué una persona tendría menos derechos que otra bajo iguales condiciones, pero esto nos lleva a cuestionar si existen suficientes recursos en la Tierra para todos, y qué impacto medioambiental tendría. Un estudio afirma que si reuniéramos a todas las personas del planeta en un solo lugar, cabrían en California, cada una con una casa y un jardín. Debemos recordar que todos los recursos provienen de este planeta, siempre han estado allí, y la materia, aunque cambie de forma, no se destruye. La diferencia entre un campo árido y uno lleno de vegetación radica en la combinación con otros elementos, como agua y nutrientes, que permiten un crecimiento masivo de vida vegetal y animal, creando nuevos nutrientes y oxígeno. Todo esto es parte de un ciclo de combinaciones que siempre han existido y seguirán existiendo en nuestro planeta. Gracias a la tecnología avanzada, podemos reciclar componentes o devolverlos a su estado natural. La razón por la que no lo hacemos en nuestro sistema actual es que representa un coste adicional que no resulta rentable.

En resumen, somos una pequeña parte de este planeta, y la cantidad de recursos disponibles, que podemos utilizar o incluso crear, supera la imaginación.

Estilo de vida en una EBR

Dale un pez a un hombre y comerá hoy. Enséñale a pescar y comerá el resto de su vida.
— Proverbio Chino

De manera similar, la economía basada en recursos busca que la gente no tenga que trabajar para alimentarse, sino que utilice el conocimiento y capacidades que ya poseemos para automatizar procesos monótonos y repetitivos, eliminando la servidumbre al trabajo por necesidad de supervivencia. Cuando los procesos están automatizados y las personas no necesitan comerciar para vivir, ya no hay razón para que reciban algo sin dar nada a cambio. En ese momento, las personas emplearán su tiempo libre en lo que realmente les interesa: sus pasiones, creatividad, aprender y crear por placer, no solo por necesidad. Para entenderlo, basta recordar cómo era tu vida cuando eras niño y tenías todo resuelto, aprendiendo y haciendo cosas por placer o ayudando a otros.

La mayor duda que surge sobre la EBR [1] es quién fabricaría o mantendría las máquinas. La automatización completa podría lograrse en unos 10 años. Las ciudades serían entidades autosuficientes que producirían su propia comida, disponible gratuitamente para todos. El abastecimiento sería como una biblioteca: las personas acceden a lo que necesitan, lo toman y lo devuelven cuando ya no lo usan. La propiedad sería reemplazada por el uso. Por ejemplo, en lugar de tener un coche acumulado en el garaje, cada persona tendría un medio de transporte disponible en cualquier momento, con las mejores comodidades.

Un ejemplo: supón que en este sistema los medios de transporte son como los autobuses actuales, pero más eficientes, cómodos y personalizados. Como las personas disponen de tiempo libre, colaborar en mejorar el sistema sería una motivación y un placer. Podrían diseñar autobuses más atractivos, eficientes en consumo de energía, o con mejores horarios. Pero vamos más allá: ¿por qué no usar pequeños transportes personales independientes? Se podrían diseñar autos eléctricos, autónomos, guiados por GPS, sin necesidad de que los maniobren las personas, reduciendo accidentes. Una vez en su destino, se conducirían automáticamente a una estación de recarga y estarían disponibles para otros. La construcción de estos vehículos sería también automatizada.

Lo mismo aplicaría a las casas: en lugar de construirlas con ladrillos, podrían fabricarse con moldes o extrusiones usando materiales aislantes e ignífugos. Personas podrían diseñar y fabricar sus propias casas con planos creados por arquitectos, sin necesidad de construir manualmente.

Todo esto puede parecer difícil de imaginar en nuestra sociedad actual, donde por ejemplo, una persona piensa que necesita una aspiradora, cuando en realidad solo necesita un sistema de ventilación con filtros y ionizadores que eliminan el polvo automáticamente. Si la tecnología lo permite, es mucho más eficiente tener sistemas automatizados y de bajo impacto ecológico en lugar de tareas manuales.

En un sistema donde reciclar y cuidar del medio ambiente no tenga coste, la protección del planeta sería una prioridad y una necesidad. La restauración ecológica sería una parte integral del funcionamiento, usando tecnologías automatizadas para mejorar o transformar entornos dañados, como convertir desiertos en campos verdes. La creencia de que la tecnología destruye el medio ambiente es falsa: la tecnología es conocimiento, y puede usarse para proteger y mejorar nuestro entorno. Un ejemplo sería reemplazar la quema de madera para calefacción por sistemas eléctricos limpios, aprovechando la energía solar para calentar las viviendas.

La alta eficiencia en producción automatizada, junto con una gestión equilibrada de recursos y su reciclaje continuo, permitirá proveer abundancia a toda la población, operando con un mínimo porcentaje de personas y esfuerzo.

Procedimiento y funcionamiento de una Economía Basada en Recursos

  1. Sondeo y distribución de recursos: Utilizando monitores de recursos en cada lugar, comunicados mediante bases de datos de disponibilidad y demanda, se realiza de forma totalmente automatizada la distribución de recursos, cubriendo necesidades específicas, anticipando escasez futura y planificando inversiones en sustitutos. Todo esto se basa en procedimientos matemáticos programados que cualquier computadora puede ejecutar.

  2. Decisión y prioridad de producción: De manera similar, las decisiones sobre qué producir dependerán de necesidades e importancia. Por ejemplo, alimentos, agua, viviendas o tecnologías avanzadas tendrían prioridad frente a artículos de ocio o entretenimiento, que están ligados al progreso tecnológico. Por ejemplo, ya no sería necesario producir carretes fotográficos cuando las fotos se almacenan digitalmente. Todos los productos serían fruto del conocimiento científico y tecnológico, actualizándose continuamente en función del avance. Nuestro sistema actual, que genera productos desechables y obsoletos, busca solo mantener las empresas y la economía en marcha. La tecnología anticuada se mantiene solo hasta que deja de ser rentable, como las empresas de móviles que retrasan la adopción de la tecnología más avanzada para vender más dispositivos a lo largo del tiempo.

  3. Optimización de los métodos de producción: Consiste en reducir impacto ambiental, consumo energético y uso de materiales, preferir materiales duraderos o abundantes, y minimizar el número de personas necesarias. También implica diseñar productos modulares, que permitan reemplazar piezas en lugar de desechar el producto completo.

  4. Distribución de productos: Los productos se distribuirían desde almacenes directamente a los hogares, o estarían expuestos en lugares donde las personas puedan probarlo y seleccionarlos. La adquisición sería similar a una búsqueda en internet: se solicita el producto y llega a casa, devolviéndolo cuando ya no se necesita.

  5. Reciclaje de productos obsoletos: En nuestro sistema actual, reciclar no es rentable, pero cuando no hay beneficio, no hay coste. Se implementarían tecnologías automatizadas para reciclar materiales de forma eficiente, minimizando el impacto ambiental y devolviendo los componentes a la naturaleza o reutilizándolos en nuevos productos. La tecnología permitiría transformar desiertos en áreas verdes, y mejorar el medio ambiente de forma activa. La creencia de que la tecnología destruye el entorno es falsa; la tecnología, como conocimiento, puede usarse para proteger y restaurar el planeta. Por ejemplo, en lugar de quemar madera para calefacción, se usaría energía eléctrica limpia, captada de manera eficiente y sostenible, como la solar.

Gracias a la eficiencia de la producción automatizada, la gestión de recursos y el reciclaje continuo, se logrará proveer abundancia a toda la población con muy pocos recursos humanos y esfuerzos mínimos.

Pequeño video de introducción a la EBR

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1. Economía Basada en Recursos, o RBE por sus siglas en inglés

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